— Conclusiones —
Lo primero que quiero comentar es que el estudio realizado en este proyecto tan sólo es el primer paso para la formación de futuros centers.
Dicha formación hay que iniciarla desde muy jóvenes, no más de 14 años (cadetes de primer año), empezando con 1c0 para conocer el gran número de movimientos de espaldas a canasta. Claro está, todo esto hay que hacerlo fuera del horario normal de los entrenamientos, buscando momentos para trabajar en solitario o con pocos jugadores, para alcanzar la excelencia técnica en los gestos y acciones.
Una característica de todos los movimientos estudiados en este proyecto es la rapidez de ejecución. Es básico que un jugador interior no acapare demasiado tiempo el balón, ya que las defensas están cambiando a un ritmo vertiginoso, aumentando el número de ayudas debido al crecimiento físico de los jugadores actuales (envergadura y tiempos de reacción).
Cuando los jugadores llegan a conocer el repertorio de movimientos, hay que iniciarlos en el 1c1, empezando con defensas suaves (30-40% de intensidad) y subiendo la intensidad hasta el 100%.
Una vez los jugadores empiezan a generar buenas lecturas y, por consiguiente, decisiones acertadas, es hora de introducir el 2c2 de jugadores interiores, buscando tanto la recepción del jugador del lado fuerte, como la recepción de balón desde el lado débil al lado fuerte (mediante bloqueo indirecto de poste lado fuerte o spacing).
No solo no hay que descuidar el trabajo del tiro exterior (4-5 metros), donde buscamos tiros rápidos para evitar posibles tapones o punteos; sino que también debemos exigir a los jugadores un primer bote de aproximación de cara a canasta. Debido a los imponentes físicos de hoy, un jugador grande puede desplazarse 4-5 metros en un solo bote y plantarse debajo de canasta en una acción rápida.
Hay que trabajar también la visión de juego. En la actualidad, los jugadores grandes suelen recibir en el poste bajo/medio lejos de canasta, por lo que generan grandes espacios, donde puede haber cortes después de un puerta atrás. Hay que enseñar a los jugadores a que miren al centro de la zona antes de iniciar cualquier movimiento.
Todo este trabajo necesita un tiempo que normalmente el club no puede dar, por lo que hay que buscar momentos fuera de los entrenamientos, de forma individual o con un número reducido de jugadores. Se suele tardar entre 6 y 9 meses (1 hora cada 15 días) en enseñar a un jugador una pequeña gama de movimientos de espaldas a canasta (1c0). Las mejoras de lectura y decisión requiere de otros 6-9 meses con defensas del 30-40%, por lo que es necesario unos 9 meses más para llegar a una defensa del 100%.
Sumando dichos tiempos, se tarda aproximadamente 2 temporadas en formar a un jugador llegando sólo a nivel de 1c1. A partir de la tercera temporada, se iniciará el trabajo del 2c2, sin descuidar los 1c0 y 1c1.
El resto de la formación (tiro exterior y movimientos de cara a canasta) se trabaja con normalidad en los entrenamientos. La forma más habitual que tienen la gran mayoría de entrenadores es entrenar sin separar posiciones, todos los jugadores trabajan lo mismo, sacrificando el juego interior.
Si se realizan bien los tempos explicados anteriormente, podemos conseguir jugadores interiores con conocimientos suficientes como para llegar a un buen nivel de baloncesto (nivel mínimo de EBA). Claro está, todo esto debe estar acompañado de unas mínimas características físicas; jugadores altos, con una buena coordinación, fuertes y una alta velocidad de reacción. A este tipo de jugadores los llamo UNICORNIOS, raros de ver y fáciles de llevar a la extinción sin el trabajo adecuado.